En Reino Unido la publicidad está asegurada, y va sobre ruedas. O esa impresión da el bombardeo publicitario que la caja tonta nos regala cada día.
Sin agarrarme a demoscopia ni a paneles con apellido de Europa del Este, creo que puedo decir sin ruborizarme que la tele British está plagada de anuncios de aseguradoras.
Sigue leyendo